Última Visita

  "Fiesta infantil"

Tuvimos una semana y un poco más para poder planificar nuestra última visita a la CUNA Mercedes. Teníamos la idea de hacer una pequeña Fiesta infatil para ellos, por lo que algunos de nosotros nos ofrecimos a disfrazarnos y a llevar un par de cosas que son parte de este tipo de actividades.

Ocurrieron complicaciones en cuanto a quién llevara la música o qué juegos podíamos realizar, pero nos pusimos de acuerdo. 

Llegó el día y llegamos todos. Acomodamos las sillas y pusimos los bocaditos en la mesa, pero cuando preguntamos sobre la música, no se encontraba la correcta. Uno de los juegos era el de las sillas, pero supimos que no iba a funcionar ya que los bebés no entendían muy bien las indicaciones y también nos dimos cuenta de que la otra actividad que habíamos planificado con pelotas, tampoco se iba a poder realizar. 

Tras dicha situación, optamos por cantarles canciones como: Sal solcito o Gotas de lluvia. Como algunos de nosotros estábamos disfrazados y los disfraces eran muy grandes como el de Barney o Clifford, los bebés se asustaron. Empezaron a llorar y teníamos que solucionar eso, así que nosotros mismos empezamos a abrazar y a darles la mano a nuestros compañeros disfrazados para que los bebés se den cuenta de que no eran malos y que podían ser sus amigos. Poco a poco se fueron acercando y hasta se tomaron foto con ellos. 

Los sentamos en las sillas y les dimos galleta de animalitos con frugos. A mí me tocó darle de comer a Dulce y eso si fue todo un desafío ya que ella apretaba el frugos y las dos terminamos manchadas. Le enseñé a que no debía de apretar el frugos y ella se dio cuenta conforme se empezó a manchar más. 

Como no teníamos mucho tiempo, nos despedimos de ellos haciéndolos jugar un rato y bailando con ellos. 

Esta experiencia para mí fue única, ya que nunca antes había trabajado con bebés tan pequeños. Aprendí muchas cosas, desde como hacer que un bebé no se atore mientras come, hasta ampliar los límites de mi paciencia. Estos bebés tienen el poder de sacarle una sonrisa a cualquier persona y tienen un ángel único dentro de cada uno de ellos. En cuanto al grupo con el que me tocó trabajar, hemos mejorado, si bien al principio no podíamos organizarnos bien y no todos mostraban el interés debido, poco a poco se fueron involucrando más y más. 

Finalmente he aprendido a quererlos y estoy segura que el próximo año, para BI 2, seguiré viniendo a colaborar con estos pequeños angelitos.