Después de un rato que estuvimos jugando con los bebés, las voluntarias nos dijeron que los querían sacar a pasear en los coches para que puedan salir del mismo ambiente en el que están y que las ayudáramos.
Nosotros estamos super contentos con esa idea así que rápidamente armamos los coches para que subieran.
Como sólo éramos Mauricio, Ángel y yo, y no todos los bebés podían ir, Angel se quedó con ellos y Mauricio y yo nos llevamos a los demás.
Habían solamente 3 coches, pero como eran un poco grandes podíamos llevar a 2, hasta 3 bebés y también contábamos con una especie de carretilla donde entraban otros 3 más.
Al salir a la calle, afrontamos otra dificultad, ya que muchos de ellos o empezaban a llorar porque supongo que se asustarían o sacaban su cabeza y teníamos miedo de que se cayeran.
Yo llevaba el coche de 3, Piero estaba que se tiraba para atrás y como el respaldar sólo era hasta la mitad de su espalda, me asusté muchísimo. Tratando de pensar cómo hacer para que él se quede quieto, empecé a "asustarlo" un poco, para que se de cuenta del peligro y así dejó de hacerlo. Conforme íbamos por la pista, les enseñábamos los carros, buses, etc.; ellos estaban muy impresionados y trataban de imitar su sonido, pero tuvimos que ingeniárnosla para que ellos identifiquen el sonido de los autos, les enseñamos a hacerlo con la boca y poco a poco lo lograron.
Después de un buen rato, los regresamos y ahí finalizó nuestra visita.
Recuerda que debes colocar la reflexión de cada actividad Paula.
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